DECALOGO SIN MUCHA IMPORTANCIA (que es importante leer) por Anatole Saderman, fotógrafo.

1) Lo más difícil en el oficio del retratista es perderle el miedo al asunto.

2) Pero a lo mejor no es miedo, sino emoción. Esta, mejor que no la pierdas nunca: un retrato sin emoción no es un retrato, es una foto: una en un millón.

3) Ama al prójimo a quien vas a retratar. Si no puedes amarlo, ódialo. Si te es indiferente, fotografía mejor una botella de alguna bebida gaseosa: puede rendirte más y aparte, no protesta ni te da indicaciones.

4) Las leyes básicas de caligrafía y ortografía fotográficas rigen igual para fotografiar una manzana, una botella o una cara humana. Pero es más fácil practicar la gramática con una manzana que con el alma humana.

5) Estudia las caras de tus prójimos “de ojito”, sin cámara: en el bar, en el colectivo, en la calle suceden milagros de expresión y de iluminación.

6) Para hacer retratos en el interior, cualquier ventana es una excelente fuente de luz.

7) En el exterior aprovecha el sol en su primera y en su última hora.

8) Dios ha hecho un solo sol para iluminar este mundo, y ¡qué lindo luce! Usa un solo reflector para iluminar una cara. En todo caso ayúdate con la luna y las estrellas; nunca con un segundo sol.

9) Para hacer un retrato no te gastes en extravagancias. La palabra “amor” se ha escrito millones de veces, pero “Hamor” con hache se puede escribir una sola vez y no sé si vale la pena.

10) No busques un estilo “especial”. Si tienes garra, “tu” estilo cristalizará cuando menos lo pienses.

Anatole Saderman

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